En los últimos meses han coincidido tres polémicas de diferente dimensión social pero que coinciden en un punto: las tres tienen que ver con la redefinición del modelo cultural que se está viviendo en el mundo acomodado –el occidental y occidentalizado-. Me refiero a la polémica sobre los derechos de autor y su protección en Internet -el problema de las descargas y de los piratas, curiosa terminología-; la de la dirección de Radio Clásica y la que han abierto Don Lluís Nacenta y Don Octavi Rumbau en sus respectivos blogs acerca del modelo de concierto y la crisis de asistentes a los mismos. Tres claros ejemplos de aquello que ya supo ver el filósofo Th. W. Adorno entre los años treinta y sesenta del siglo pasado. En varios de sus artículos se ocupaba de la entonces incipiente crisis musical que afectaba y afecta no sólo a los públicos y a los organizadores de eventos sino también a los programadores de emisoras específicas. Esas situaciones siempre se dan multiplicadas exponencialmente en el caso español. Sobre la impopularidad del arte nuevo hay también traducida una entrevista con el compositor Karlheinz Stockhausen en diciembre de 1993 en la Revista de Occidente, lo que deja ver la lejana raíz de lo que se vive ahora en algunos conciertos. Se titulaba La resistencia frente a la nueva música.
De momento, la salida de Don Fernando Palacios de la dirección de Radio Clásica no afectará a la deriva de ésta que comenzó hace años y que ya se denunciaba en los años noventa incluso en algún editorial del diario El País. Deseando el mayor éxito posible a Doña Ana Vega Toscano como nueva directora de Radio Clásica, habrá que volver sobre el resto de las polémicas con la mayor información y serenidad posibles.